El regreso de Osiris - Tributo a Alberto Contreras |
Paralelismos entre El regreso de Osiris y la La saga de los Aznar Paralelismos entre "El regreso de Osiris" y la "Saga de los Aznar" Existen algunos puntos en común entre la historieta de Alberto Contreras y "La saga de los Aznar", una serie de 32 novelas de ciencia-ficción escritas a partir de los años cincuenta por el español Pascual Enguídanos bajo los seudónimos de George H. White y, posteriormente, Van S. Smith. Un lector que logró cartearse con Contreras afirma que éste le confesó que era seguidor de las novelas de Enguídanos. Los detalles de la "Saga de los Aznar" se pueden ver en el siguiente sitio: http://www.ciencia-ficcion.com/ghwhite/lasaga/index.html Algunos puntos comunes entre las dos historias son los siguientes:
"No dudo que Contreras haya leido y se haya inspirado en "La saga de los Aznar", comenta Osvaldo Greco, uno de los principales conocedores de la obra de Contreras, quien también tiene un par de libros de "La saga...". Greco señala lo siguiente:
Influencia religiosa en la obra de Osiris Contreras era un gran conocedor de temas bíblicos. En los últimos años de su vida fue testigo de Jehová. Las citas místicas son frecuentes en toda la historia. El lector Marcelo Eugenio Shulman afirma que en la tira se menciona a Dios por su nombre hebreo, Jehová. Y agrega que en el episodio número 9, "Los Juegos", Astrafé fue "clonada" y resucitada a partir de unos fragmentos de cuero cabelludo. Cuando le preguntan qué sintió mientras estaba muerta, explicó: Lo que dice el Libro. Nada. Absolutamente nada". Eso está en sintonía con los textos del Eclesiastés 9:5 y 10 donde dice: (Eclesiastés 9:5) Porque los vivos tienen conciencia de que morirán; pero en cuanto a los muertos, ellos no tienen conciencia de nada en absoluto, ni tienen ya más salario, porque el recuerdo de ellos se ha olvidado. (Eclesiastés 9:10) Todo lo que tu mano halle que hacer, hazlo con tu mismo poder, porque no hay trabajo ni formación de proyectos ni conocimiento ni sabiduría en el Seol, el lugar adonde vas. En El regreso de Osiris se observa a los Gahumitas utilizando un particular grito de guerra: "Stendek! Stendek!". El lector Osvaldo Greco explica de esta manera el origen de esa expresión: "En agosto de 1965, un Lancaster que venia de Inglaterra habia hecho escala en Ezeiza y despegó rumbo a su destino final, Santiago de Chile. Sobre Mendoza, alrededor de las 24.00 hs sobrevolo el aerodromo militar del Plumerillo sin novedad y cruzaba la cordillera de los Andes. Cuando pasaba de señalizacion del radiofaro argentino al chileno, la torre de control recibio el siguiente mensaje: Los instrumentos y el pasaje están en orden. En unos cuantos minutos solicitaré instrucciones para el aterrizaje. A ellas siguieron las respuestas de rutina de la torre de control chilena. "Sorpresivamente las comunicaciones del Lancaster comenzaron a sufrir una extraña interferencia. Entre chirridos y sonidos disonantes llegaba la voz del navegante: "algo pasa con los instrumentos, no podemos orientarnos..." y entonces algo intervino la conversación: Tres veces, en forma fuerte y clara, una voz de duro acento gritó algo, desligando torre y avión: "STENDEK... STENDEK... STENDEK..." "Es una palabra que no tiene significado alguno en ningun idioma o dialecto de la Tierra. Pero a los operadores les pareció una imperativa orden dada por alguien alguien, como una contraseña o la voz de mando que da comienzo a una acción comando. "El avion desapareció. Por tres semanas aviones chilenos, argentinos y una escuadrilla inglesa intervinieron en el rescate. Patrullas de tierra interrogaron a los aldeanos en busca de indicios del avión siniestrado. Los campesinos no habian visto aeronave alguna, pero sí, en días anteriores, extrañas luces que evolucionaban en el cielo". Del Lancaster no se hallaron rastros en ningun lugar hasta varios años después. Más exactamente, en el 2000. En su momento, la noticia dio la vuelta al mundo, y la frase Stendek pasó a engrosar la lista de la ovnilogía, también conocida como ufología. Así, Stendek! se tranformó en un supuesto grito de guerra extraterrestre. Greco señala que la frase se menciona en la película "Hombres de negro". Allí, el significado que se le otorga es Stay on deck (permanezcan en cubierta). Se puede encontrar detallada información al respecto en los siguientes sitios: — Haga un click aquí para leer información en castellano En la tira número 38 (7 agosto de 1973) aparece un Skyhawk A4B de la Fuerza Aérea Argentina. Se lee incluso su número de matrícula: C-213. Contreras estaba bien documentado en cuestiones aeronáutica. La Argentina había importado esos aviones desde los Estados Unidos en 1968. La pintura corresponde con la que se adoptó en la Argentina, y el número de matrícula existió. Los Skyhawk cumplirían un rol preponderante en la Guerra de Malvinas, apenas tres años después del fallecimiento de Contreras. El A4B matrícula: C-213 no participó en el conflicto. Lo curioso es el lema del Grupo 5 de Caza de la Fuerza Aérea Argentina al que pertenecieron los Skyhawk: Ad astra per aspera (Hacia los astros por el camino más difícil). El lector Osvaldo Greco explica:
El mensaje póstumo de Alberto Contreras La última tira de "El regreso de Osiris", publicada el 12 de febrero de 1979, en su cuadro final posee la siguiente inscripción: Alberto Contreras, el autor de esta "fantaciencia", ha dejado de existir ayer víctima de un derrame cerebral. Su esposa nos ha hecho llegar un mensaje que Contreras redactó premonitoriamente y que expresa lo siguiente: "Perdón, lector. El cerebro y la mano que guiaban a Osiris se han detenido.Quiera Dios que algún día podamos reencontrarnos. Gracias". Más allá de la mala noticia que significó la desaparición de Contreras (con tan solo 36 años de vida), aquel último mensaje dejó un halo de misticismo. ¿Contreras era consciente de su inminente fallecimiento? Hoy el episodio está aclarado. Según fuentes familiares, el fallo cardiovascular que golpeó al joven autor se manifestó de forma absolutamene repentina y fulminante, sin darle tiempo para ninguna despedida. Fue su esposa quien escribió el mensaje póstumo, pensando que de esa manera interpretaba el deseo que Alberto no pudo concretar por falta de tiempo. Sobre el autor de esta página| Enviar comentarios | Volver a la página principal |